Las obras, que se inician la próxima semana, tendrán una duración de unos cinco meses y un coste aproximado de cien mil euros
El Cabildo Catedral de Cádiz continúa con las labores de conservación del patrimonio del primer templo de la diócesis. Esta mañana el deán de la Catedral de Cádiz, P. Ricardo Jiménez Merlo, junto al Ecónomo del Cabildo Catedral de Cádiz, P. Francisco Granado Díaz; el restaurador, Fabián Pérez; y los arquitectos, Venancio González y Francisco José Ladrón de Guevara, han presentado los trabajos de restauración que se llevarán a cabo, a partir de la próxima semana, en la Capilla de la Asunción.
El deán de la Catedral de Cádiz, P. Ricardo Jiménez, ha abogado durante su intervención por una mayor implicación de la sociedad gaditana en la conservación del patrimonio catedralicio, ya que al ser el monumento más visitado de la ciudad atrae al turismo y esto repercute en todos los ámbitos de la sociedad. “Para poder llevar a cabo todas estas actuaciones necesitamos la colaboración de nuestra sociedad, tanto por parte de instituciones privada como públicas. Nosotros llegamos hasta donde podemos y con un gran esfuerzo lo estamos haciendo lo mejor posible. Tenemos que implicarnos entre todos porque con los fondos propios del Cabildo es insuficiente. Un patrimonio bien conservado y bien gestionado ayuda a que nuestros visitantes permanezcan más días en la ciudad y no estén sólo de paso. Y por otro lado a que los ciudadanos de Cádiz disfruten y se sientan orgullosos de su patrimonio”.
La Capilla de la Asunción, se trata de la primera capilla puesta al culto en la seo gaditana en 1755, pues se debe a las trazas de Gaspar Cayón, siguiendo el proyecto de Vicente Acero. En ella estuvieron trabajando, en su talla escultórica y decorativa, y, tal vez, tanto en su arquitectura como en su retablo, autores como Cayetano de Acosta, Salvador de Alcaraz o Agustín de Medina y Flores.
La capilla reproduce la planta barroca y mixtilínea con la que Vicente Acero la concibió. Algunos de los elementos más característicos de la Catedral dejan su huella en la capilla.
Atendiendo al estado de conservación y al tratamiento que se va a realizar en los paramentos, se va a actuar en tres partes, el zócalo o pedestal de las columnas, que está construido en jaspes negros del Gelí de Chiclana incrustado con mármoles rojos de Mijas. En el cuerpo de columnas se diferencia la basa del resto de la columna, es decir, de su fuste y capitel. La basa fue construida en mármol rojo de Mijas, por lo que se integra visual y cromáticamente más con el zócalo, mientras que los fustes y capiteles (tallados por Cayetano de Acosta) lo fueron en mármol blanco también de Mijas. El entablamento está construido en sillares de piedras areniscas y calizas de modo aleatorio, probablemente areniscas de Medina Sidonia o Antequera y calizas de Morón. Por último la solería polícroma.
Aunque todas presentan capas de suciedad, la naturaleza de esta suciedad y su metodología de limpieza es diferente en cada una de las partes.